La venta de chatarra no sólo genera ingresos, sino que también ayuda al medio ambiente al devolver los residuos para su reciclaje. La cantidad de dinero que se obtiene de un camión de chatarra puede aumentar considerablemente si se siguen unos sencillos consejos que nos da Scrapad.
No es sólo el tipo de metal lo que determina su valor, sino también el grado de metal y su estado. Además, los precios de la chatarra fluctúan con frecuencia y a veces cambian de un día para otro. Para sacar el máximo partido a la chatarra, hay que separarla, clasificarla y venderla cuando el mercado paga más.
El acero galvanizado puede venderse a menudo como chatarra
La forma más fácil de averiguar lo que paga un depósito de chatarra por un metal determinado es llamarlo. La mayoría de las chatarrerías ofrecen sus tarifas actuales. Si se acostumbra a ponerse en contacto con ellos a menudo, suelen surgir patrones que indican la tendencia del mercado del metal. Antes de vender la chatarra, es útil ponerse en contacto con varios desguaces de la zona. No es raro encontrar grandes diferencias en lo que pagan las chatarrerías, incluso cuando están situadas cerca unas de otras.
El aluminio de las latas de comida y de refresco son artículos comunes que se venden en los centros de chatarra.
Una de las formas de clasificar el metal es por su estado. Una carga de aluminio alcanza un precio decente, pero si ese mismo aluminio tiene tornillos incrustados o está pintado, ganará mucho menos. Merece la pena clasificar el metal antes de llevarlo, ya que un depósito de chatarra sólo paga la cantidad habitual por el metal de menor calidad de la carga.
Si una carga contiene una combinación de aluminio limpio y aluminio pintado, el desguace contará toda la carga como aluminio pintado. Del mismo modo, si una carga contiene una combinación de metales diferentes, como acero galvanizado y acero inoxidable, toda la carga se contabilizará como galvanizada.